Gustavo Lozano — Poesía & Fotografía

El día queda suspendido

A veces la tarde abre un surco
en el campo
y se oye respirar a la luz.

Los cardos se inclinan
escondiendo en la sombra
el secreto
que las espinas custodian.

El día queda suspendido.
Una brasa
que se niega a apagar.

Yo vuelvo: a comprobar
si el sol
tiene la piedad de invitarlos
a la última función.

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